Este era Ramses cuando unas buenas y nobles personas lo llevaron al refugio del Arca de Noé, sito en Sevilla.
Ramses llegó al refugio la tarde de un jueves, 5 de abril. Como podéis observar en las imágenes, llegó desnutrido, herido (lo habían intentado ahorcar y su cuello sangraba con una herida abierta de días de evolución, es decir, llevaba varios días bagando por campos y carreteras).
Si observáis las imágenes, creo que no es necesario que os esprese en palabras como estaba y como se sentía el animal.
En esos momentos, yo desconocía la existencia de este animal, de su raza y de lo que padecen todos los animales de esta raza.
Al día siguiente; es decir, el viernes, llega mi hija a casa después de tomar sus clases en el instituto y me dice:
- Mamá, hoy han estado hablando de los galgos y de lo que hacen con ellos los cazadores cuando ya no les sirven.
Nos metimos en internet, tecleamos Galgos, y... las imágenes que vi eran realmente duras y fuertes, inhumanas, vergonzosas para el que se tiene por ser humano, tristes hasta más no poder.
El caso es que mirando por la red, aparece un refugio llamado El Arca de Noé y, nos metimos para ver que había por allí, ya que se hablaba y salían imágenes de animales para adopción y en esa época (es la propia de hacer todas las barbaridades que hacen con los galgos) pues en esa web hablaban sobre galgos.
Meditamos, no demasiado, sinceramente y de un modo fortuíto, sin pensarlo demasiado, envié un correo electrónico diciéndole que estaba interesada en adoptar un galgo, entre todos los que tuviesen, el que estuviera en peor situación.
Lo dejamos estar durante todo ese día y nos olvidamos del tema.
El sábado por la mañana, al levantarme y conectar el ordenador para leer el correo mientras me tomo mi primer café, veo un correo en mi bandeja de entrada del Arca de Noe en el que me decía.
- Creo que tenemos lo que busca. "Rudolf," (así le pusieron en el refugio) llegó el jueves en muy malas circunstancias, le hemos hecho las primeras curas, pero el animal está muy mal y al menos tendrá que permanecer en el refugio durante dos semanas hasta que podamos hidratarle un poco y recuperarle antes de enviarselo a Granada.
Asímismo, tendremos que hacer una investigación sobre la familia con la que el perro va a estar y las condiciones en las que va a vivir.
Cuando vimos las fotos mi hija y yo, después de llorar a lágrima viva, contestamos rápidamente para decirles ese perro tenía que ser nuestro. Ambas lo sentimos así, era nuestro perro, tenía que ser nuestro perro.
El fin de semana se nos hizo interminable y no obteníamos respuesta y cada vez que mirábamos las fotos nos decíamos: Jo, el perro, aquí, en casa, estaría mucho mejor que en el refugio, el animal está asustado, triste, mal...
Llegó el lunes y por fin encuentro un nuevo correo del refugio en el que me decían que el perro se encontraba muy mal, que habría que esperar y que no apostaban porque sobreviviera.
Yo contesté rápidamente y les dije que me enviaran a quien tuviesen que enviarme para que me visitaran y supieran donde iba a vivir el perro y que me lo enviasen ya.
El martes vinieron dos chicas a mi casa, estuvimos hablando un ratito, y se marcharon.
Ya nos comentaron que teníamos que ser pacientes y esperar unos días más. Nos facilitaron el teléfono de una voluntaria del Arca de Noe y el miercoles hablo con ella.
La chica me dice que el informe para tener al perro es favorable, pero que el perro estaba muy mal: no comía, estaba como ido, y muy asustado.
Fué entonces cuando le rogué que me lo enviasen, que yo me ocuparía del perro constantemente y que el animal en ningún momento iba a estar solo. Ella me contestó que tenía que hablarlo con el resto de los componentes del Arca de Noe.
El jueves me llaman y me dicen que el viernes un coche de mrw me lo traería a medio día aproximadamente. Habían decidido enviarmelo pronto porque el animal estaba deprimido y se moría de pena.
(continuará).
Si observáis las imágenes, creo que no es necesario que os esprese en palabras como estaba y como se sentía el animal.
En esos momentos, yo desconocía la existencia de este animal, de su raza y de lo que padecen todos los animales de esta raza.
Al día siguiente; es decir, el viernes, llega mi hija a casa después de tomar sus clases en el instituto y me dice:
- Mamá, hoy han estado hablando de los galgos y de lo que hacen con ellos los cazadores cuando ya no les sirven.
Nos metimos en internet, tecleamos Galgos, y... las imágenes que vi eran realmente duras y fuertes, inhumanas, vergonzosas para el que se tiene por ser humano, tristes hasta más no poder.
El caso es que mirando por la red, aparece un refugio llamado El Arca de Noé y, nos metimos para ver que había por allí, ya que se hablaba y salían imágenes de animales para adopción y en esa época (es la propia de hacer todas las barbaridades que hacen con los galgos) pues en esa web hablaban sobre galgos.
Meditamos, no demasiado, sinceramente y de un modo fortuíto, sin pensarlo demasiado, envié un correo electrónico diciéndole que estaba interesada en adoptar un galgo, entre todos los que tuviesen, el que estuviera en peor situación.
Lo dejamos estar durante todo ese día y nos olvidamos del tema.
El sábado por la mañana, al levantarme y conectar el ordenador para leer el correo mientras me tomo mi primer café, veo un correo en mi bandeja de entrada del Arca de Noe en el que me decía.
- Creo que tenemos lo que busca. "Rudolf," (así le pusieron en el refugio) llegó el jueves en muy malas circunstancias, le hemos hecho las primeras curas, pero el animal está muy mal y al menos tendrá que permanecer en el refugio durante dos semanas hasta que podamos hidratarle un poco y recuperarle antes de enviarselo a Granada.
Asímismo, tendremos que hacer una investigación sobre la familia con la que el perro va a estar y las condiciones en las que va a vivir.
Cuando vimos las fotos mi hija y yo, después de llorar a lágrima viva, contestamos rápidamente para decirles ese perro tenía que ser nuestro. Ambas lo sentimos así, era nuestro perro, tenía que ser nuestro perro.
El fin de semana se nos hizo interminable y no obteníamos respuesta y cada vez que mirábamos las fotos nos decíamos: Jo, el perro, aquí, en casa, estaría mucho mejor que en el refugio, el animal está asustado, triste, mal...
Llegó el lunes y por fin encuentro un nuevo correo del refugio en el que me decían que el perro se encontraba muy mal, que habría que esperar y que no apostaban porque sobreviviera.
Yo contesté rápidamente y les dije que me enviaran a quien tuviesen que enviarme para que me visitaran y supieran donde iba a vivir el perro y que me lo enviasen ya.
El martes vinieron dos chicas a mi casa, estuvimos hablando un ratito, y se marcharon.
Ya nos comentaron que teníamos que ser pacientes y esperar unos días más. Nos facilitaron el teléfono de una voluntaria del Arca de Noe y el miercoles hablo con ella.
La chica me dice que el informe para tener al perro es favorable, pero que el perro estaba muy mal: no comía, estaba como ido, y muy asustado.
Fué entonces cuando le rogué que me lo enviasen, que yo me ocuparía del perro constantemente y que el animal en ningún momento iba a estar solo. Ella me contestó que tenía que hablarlo con el resto de los componentes del Arca de Noe.
El jueves me llaman y me dicen que el viernes un coche de mrw me lo traería a medio día aproximadamente. Habían decidido enviarmelo pronto porque el animal estaba deprimido y se moría de pena.
(continuará).